martes, 6 de septiembre de 2011

Francisco Ayala. Andaluces en la Historia


Francisco Ayala García-Duarte


(Granada, España,Francisco Ayala García-Duarte , 16 de marzo de 1906 - Madrid, 3 de noviembre de 2009) fue un escritor español. Destacó como narrador y cultivó el relato corto y la novela.escritor español.En 1922, con dieciséis años se trasladó a Madrid, donde estudió Derecho y Filosofía y Letras. En esta época publica sus dos primeras novelas, Tragicomedia de un hombre sin espíritu e Historia de un amanecer.


Colabora habitualmente en Revista de Occidente y Gaceta Literaria. Reside en Berlín entre 1929 y 1931 durante el surgimiento del nazismo. Se doctora en Derecho en la Universidad de Madrid e imparte clases en la misma.

Es letrado de las Cortes desde la proclamación de la República. En el comienzo de la Guerra Civil se encuentra dando conferencias en Sudamérica, y durante la misma ejerce como funcionario del Ministerio de Estado.

Al caer la República se exilia en Buenos Aires, donde pasa diez años trabajando, colabora en la revista Sur, en el diario La Nación y en la editorial Losada, y cofunda con Lorenzo Luzuriaga la revista Realidad.


(Wikipedia). Seguir leyendo...

http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Ayala

Páginas de Francisco Ayala, la Fundación
http://www.franciscoayala.com/
http://www.ffayala.es/
http://es-la.facebook.com/franciscoayala

Otras páginas sobre Francisco Ayala...
http://www.escritores.org/ayala.htm
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1421


Interpretaciones (fragmento)
(...)

" El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y, sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética.

Nos ha tocado a nosotros sondear el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su simple verdad, los aniquila. "







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